El manejo financiero de Rogelio Ramírez de la O no es el adecuado.
Pablo Gabriel Santillán Torres Torija Fotos Especial
Ciudad de México 15 de noviembre de 2024. Moody’s Investor service la firma calificadora mas importante del mundo cambio la perspectiva de calificación en el riesgo país de México de Estable a Negativa. Alarmando a la comunidad financiera. Actualmente Moody’s hace dos calificaciones. Una calificación sobre el estado actual de las deudas y una calificación sobre la perspectiva de la deuda a calificar. Es decir, cuál será el comportamiento de la deuda valuada en el futuro.
Lo que hacen las agencias calificadoras, son contratos con las empresas emisoras de deudas para que la agencia haga un análisis independiente de la situación de la empresa o entidad y con base a este análisis emitir una calificación del deudor que le de a los compradores un criterio para el riesgo que están tomando al comprar bonos de la deuda emitida. Su otra fuente de ingresos es la de los inversionistas que compran estos reportes para tomar decisiones de inversión. Las calificaciones cuando son buenas permiten que los emisores de deuda obtengan tasas de interés bajas y mejores condiciones de pago. Cuando son malas, la tasa de interés que pagan es muy alta. Inclusive una deuda calificada como chatarra pierde el valor real que tiene como activo y da una idea de lo que pudiera uno recuperar de un bono una vez la empresa terminara su proceso de quiebra o fuera demandada por no pagar sus obligaciones.
El incentivo de tener una buena calificación esta en la calidad de los inversionistas y su capacidad para conseguir dinero en los mercados. Existen fondos de inversión, que solamente están autorizados a invertir en deudas que tengan determinado nivel de calificación. En caso de que perdieran su calificación positiva dejaran de comprar estos bonos. Las calificadoras, aunque tengan diferentes métodos para expresar sus resultados tienden a fluctuar de manera conjunta. De ahí el riesgo de que las demás agencias calificadoras empiecen a da calificar mal al gobierno mexicano como pagador de sus deudas en el mercado internacional.
En un comunicado de prensa, la agencia calificadora sostiene que cambio de opinión por dos factores. El primero es que hay un cambio en el diseño institucional que producirá resultados inciertos. Es decir, las reformas constitucionales que ha elaborado el congreso generan incertidumbre. El resultado de estas reformas es incierto. Lo cierto es que ninguna agencia calificadora tiene pruebas de que estos cambios han dañado la capacidad de pago de México en el corto o en el largo plazo. La segunda observación, que a mi parecer es la mas importante es que perciben un cambio en el marco de hacer políticas de parte del gobierno federal. Aunque el documento de Moody’s no es tan puntual el calificador afirma que el Gobierno no esta siendo cuidadoso con el entorno que tiene enfrente. Es como si los funcionarios de Hacienda ante inquietudes que manifiesten los analistas de la calificadora les estuviera respondiendo: “Confía en mí, yo se lo que estoy haciendo”.
En esta semana vemos cuales son esos dos cambios. El primero fue el de una reducción a la tasa de interés de referencia del Banco de México, y el segundo es que el 15 de noviembre se presenta la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos. Los dos eventos son los que determinan la programación financiera del gobierno. El Banco de México, aunque es independiente disminuye su tasa de Interés, aunque las presiones inflacionarias, no han cedido del todo, lo que haría natural que la tasa se mantuviera en su valor actual o subiera para detener el incremento de precios. La otra es el Presupuesto de Egresos de la Federación. El presupuesto si bien no se conoce a detalle da cuenta que el Gobierno Federal no ha podido reducir el déficit fiscal y que los adeudos crecen más rápido que la capacidad de pago que tiene el gobierno federal para pagar estas deudas.
Cuando una calificadora presenta resultados que no te son favorables o que en la opinión de el equipo financiero no son los que la empresa u organización creen merecer, lo normal es que el equipo se acercara a la calificadora los argumentos que consideren prudentes para hacerlos cambiar de opinión. La otra opción, es ventilar sus opiniones en público. Llamando al publico inversionista para convencerlos de que su criterio es mejor que el de la calificadora y que el inversionista ponga en la balanza quien tiene razón si la organización o la calificadora. Las calificadoras son apreciadas por los inversionistas por dos razones. Por su confianza y su prestigio Si uno pudiera demostrar que la calificadora actuó de mala fe podría demandar a la agencia.
La presidenta exigió públicamente pruebas a Moody’s por los malos resultados. En su evaluación. Moodys las presento precisamente en el comunicado de prensa. Si tuviera elementos para demostrar que las evaluaciones de la agencia son injustas, la presidenta pudiera demandar a Moody’s. Si lo hiciera los financieros del gobierno federal establecerían un precedente y de ganar la demanda, incrementarían su honorabilidad y prestigio. La otra opción es que las otras calificadoras se unan a Moody’s y cambien su perspectiva sobre la calificación de la deuda publica y que el gobierno siga haciendo manifestándose con coraje por que la realidad no confía en lo que están haciendo con el manejo del dinero y que termine yéndose mas dinero del contribuyente a pagar intereses por las deudas que contrate el gobierno de México. Tiendo a pensar que ocurrirá lo segundo. Mientras el gobierno Federal siga teniendo como criterio para hacer su presupuesto el cómo ser más popular difícilmente podríamos decir que tenemos un marco de elaboración de políticas sano o mínimamente razonable.
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