El Tribunal Superior de Justicia del Estado de México se prepara para elegir su nueva dirigencia interina, que ejercerá hasta el próximo mes de agosto, previamente a la elección judicial.
En el Estado de México en unos días, para ser exactos el día 7 de enero, como regalo de día de reyes, en los zapatos de algún magistrado o magistrada mexiquense, habrá el obsequio de nombramiento como Presidenta o Presidente interino al frente del Poder Judicial de la entidad; aunque para muchos, será ganador o ganadora de la rifa del tigre, por las implicaciones que el nombramiento representa; el Tribunal Superior de Justicia Estatal, emitió una convocatoria en la cual estableció que este próximo 7 de enero, el pleno, llevará a cabo una sesión extraordinaria para nombrar a su nuevo magistrado Dirigente interino, que fungirá de enero al 31 de agosto, puesto que hasta el 31 de diciembre del 2024, ocupo Ricardo Sodi Cuellar.
Se trata de un hecho trascendental ya que la nueva Presidencia interina con legitimidad y liderazgo jugará un papel importante en el Tribunal Superior de Justicia pues le tocará tejer hilos fuertes para operar la transición y generar condiciones de estabilidad en el Poder Judicial hacia las elecciones por voto popular, de jueces y Magistrados, programados de acuerdo a la Reforma Constitucional Judicial a realizarse en Junio próximo y cuyo proceso electoral iniciará en Febrero, a través del IEEM y que tendrá un periodo de campaña de 35 días previos al día de la elección; y dicho sea de paso, proceso en el que la Presidencia interina designada, no podrá participar, es decir, solamente tendrá el cargo por los siguientes siete meses sin opción a postularse en las elecciones, es así como la importancia del proceso de nombramiento va más allá de un acto rutinario o protocolario e incluso de la simple disputa del control del Poder Judicial ya que el reto del próximo Titular será transitar ordenadamente hacia la Reforma Judicial, que implica un cambio de conciencia y de mística en el servicio de los impartidores de justicia, en una época en la que se deberá amalgamar el cambio jurídico con el andamiaje político ante la implementación de una reforma que no tiene vuelta de hoja y su ejecución es ineludible, por lo cual deberá ponderar el orden y la estabilidad con sensibilidad política, además de la capacidad jurídica que poseen.
Quien sea designado como Presidente o Presidenta interina será a propuesta de los Magistrados y Magistradas, que integran el TSJ Mexiquense, aunque hay voces que sugieren que habrá línea del Ejecutivo Estatal a través del poder Legislativo para designar a dicha figura; los nombres de los aspirantes al cargo se han venido ventilando en pasillos, diálogos de café, redes sociales y son varios, con vínculos políticos, académicos y jurídicos, todos y todas con sobrada experiencia y que a nuestra humilde opinión realizarían un buen papel, destacando a la Magistrada integrante de la Primera Sala Colegiada Familiar de Toluca y de la Sala de Asuntos Indígenas Doctora Erika Isela Castillo Vega con experiencia de 27 años en el ámbito judicial y catedrática de diversas materias en la Facultad de Derecho de la UAEMEX; perfil necesario para garantizarle estabilidad al Poder Judicial y al Estado; entre otras de las personalidades visibles u ocultas que pretenden la Presidencia se encuentran Héctor Macedo García magistrado de Texcoco con mucha aceptación dentro del TSJ; Fernando Díaz Juárez Magistrado en materia Penal de la Región Judicial de Toluca y lazos de amistad con el personaje de gran trayectoria política Doctor Humberto Benítez Treviño; también aspiran al cargo Alejandra Almazán Barrera, Magistrada integrante de la Primera Sala Colegiada Civil de Tlalnepantla, el magistrado Hernán Mejía López, quien es impulsado por el Consejero Jurídico del Gobierno Estatal Jesús George Zamora y aspirante junto con Ricardo Sodi Cuellar a ser ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
En cualquier caso, quien sea designado Presidenta o Presidente interino del Poder Judicial del Estado de México, tiene el gigantesco reto de reivindicar la labor de este poder ante la sociedad debido a la profunda crisis de credibilidad y falta de confianza sobre los juzgadores y por supuesto, ajustarse a las nuevas reglas del Ejecutivo Nacional y Estatal, en éste momento histórico en el que las instituciones se someten a examen y no perder la oportunidad de ser partícipes de esta etapa de transformación crucial para el país.
CDMX, sábado 4 enero 2025
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